Galletas de Mantequilla




Receta sencilla, fácil y apetecible, para hacer solo o con ayuda de los más pequeños de la casa. Riquísimas!

Ingredientes: (para 40-45 galletas)
500 gr. de Harina de Trigo
170gr. de Azúcar
170 gr. de Mantequilla (no margarina)
170 ml. de Leche 
1/2 Sobre de Levadura química
1 Huevo
Para decorar: 1 huevo, cerezas deshidratadas y azúcar glacé y agua para el glaseado.

Elaboración:
Mezclamos la harina con la levadura. Añadimos el huevo, el azúcar y la mantequilla a punto pomada (muy blanda sin que llegue a estar líquida) y amasamos. Añadimos la leche poco a poco y seguimos amasando hasta que quede una masa uniforme, manejable, que se despegue y ligeramente aceitosa. Envolvemos en film transparente y dejamos enfriar una hora en la nevera (si sois unos impacientes como yo podéis meterla unos 30 minutos en el congelador)
Pasado este tiempo ponemos a precalentar el horno a 180º calor arriba y abajo.
En la superficie donde  vayamos a trabajar espolvoreamos un poco de harina y estiramos con el rodillo hasta que nos quede una plancha como de medio centímetro. Con vuestro molde preferido de  galletas vamos sacando las unidades y poniéndolas en la bandeja del horno previamente cubierta con papel vegetal. Si no tenéis moldes de galletas os vale por ejemplo un vaso que tenga unos 5 cm de diámetro. La masa que nos sobra entre las porciones la podemos volver a amasar y seguir sacando galletas hasta que la agotemos. 
Una vez estén en la bandeja las pintamos con huevo batido para darle brillo y la introducimos en el horno sobre 20 minutos o depende del horno, hasta que estén doradas. Si vais a poner la cereza o almendras o cualquier otra cosita de decoración (que no sea glaseado) lo haremos a mitad de la cocción presionando en el centro de la galleta para que se fije. Una vez tengan el colorcito adecuado sacamos del horno y dejamos enfriar con una rejilla.
Para hacer el glaseado echaremos 4 cdas. de azúcar glacé en un bol e iremos añadiendo muy poco a poco gotas de agua hasta que nos quede una textura blanca y brillante, como de merengue o pasta de dientes.
Cuando las galletas que vayáis a glasear hayan enfriado totalmente, procedermos a bañarlas por la cara superior, bien sumergiendo este lado en el bol levemente, la levantamos y dejamos que escurra boca abajo, entonces le damos la vuelta y la ponemos sobre papel vegetal para que seque, o bien las pintamos con una brocha de goma y dejamos secar sobre un papel vegetal (este proceso puede durar unas dos horas, dependiendo de la humedad del ambiente). Nunca dejar enfriar en la nevera. Las conservaremos en una lata o en un recipiente hermético.

Sugerencias: 
A la masa podéis añadirle unas gotas de vainilla o ralladura de limón para darle más sabor.
Al hacerla glasa podéis sustituir parte del agua por el licor que más os guste, en este caso yo le puse anís dulce.

Espero que os guste y os animéis a probarlas. ¡Hasta la próxima!

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